viernes, 22 de agosto de 2008

Wall-e ( esa alegoría contra el consumismo)

Que Estados Unidos lidera el paradigma en tendencias consumistas es harto sabido. Si alguien sabe de conquista e imperialismos baratos son ellos.
Pero afortunadamente entre sus filas existen maravillosos pensadores, cineastas, escritores... que deciden virarse contra su propia cultura y dar donde más les duele, en esta ocasión a través del arte.

Hace una semana acudí con gran expectativa al estreno de la última película de Pixar, Wall-e, una suerte de versión renovada del ochentero cortocircuito, que no remake.










cortocircuito y wall . e


Esta película nos muestra un futuro post apocalíptico donde la raza humana ha dejado en una nave el planeta tierra, que está abarrotado de inmundicias, mientras dejan a unos robots encargados de la limpieza y tratado de sus residuos. Han transcurridos varios siglos y parece que tan solo queda Wall-e.

El proyecto de sacar a la humanidad de la tierra ha sido liderado por un centro comercial, el mismo que abarrota la tierra con sus carteles y gigantescas pantallas.

Dentro de dicha nave, los terrícolas viven de forma grotesca: desde sorber su comida en forma de batidos a todas horas ( muy semejantes a los refrescos del Mc Donalds), hasta moverse en sillones que levitan sin despegarse de una pantalla. Probablemente sea el ideal de una alarmante proporción del planeta.

Los robots de esta película parecen suplir las emociones que están casi enterradas en los humanos. Son ellos los que se enamoran, sufren, tienen metas y lucharán por concienciar al ser humano de que debe controlar el destino de la humanidad.

En algunos sectores no ha gustado esta dura crítica, y se sabe que han intentado vetar partes de la cinta. Como siempre, hay quien no parece comprender que si el visionado de películas e historias como la de Wall-e ayudan a algunas personas a replantearse el modo en el que tratamos al ecosistema, ha merecido la pena. Y si les molesta, es porque a lo mejor no interesa que la gente se espabile un poco y reflexione sobre la sociedad a la que vamos encaminados.

3 comentarios:

María Emegé dijo...

que preciosa pelicula, y que gran mensaje, si señor...

SasuChan dijo...

No sé si lo sabréis, pero el sectos conservador de USA dijo que no era recomendable que los niños vieran la película por el uso sospechoso del color rojo, y porque inculcaba ideas comunistas...

Sin comentarios, no?

Cirma dijo...

Claro, algo de eso sabía. Pues no se han salido con la suya, los niños saldrán comunistas, llevando carpetas de Lenin y cuando crezcan llevarán tangas de Ché Guevara ( los he visto en la tienda Rosa Negra).... eso sí que sin comentarios!